Casablanca: la inolvidable

Hola amigos y amigas:

Tal como les adelanté en un post anterior, les voy a comentar ahora acerca de mi visita a la Mezquita Hassan II (en árabe: مسجد الحسن الثاني ) de Casablanca, Marruecos.  En julio del año pasado viajé a ese país y estuve alojada en Rabat, capital de Marruecos.   Como toda persona que visita este exótico país, me atrajo la idea de conocer Casablanca, la ciudad más grande de Marruecos, que sigue siendo una ciudad turística y muy famosa desde que Ingrid Bergman y Humphrey Bogart la pusieron en el mapa mundial, gracias a su película “Casablanca” en 1942.

Así que con mi esposo y unos amigos viajamos en auto desde Rabat hasta Casablanca, que se encuentra a una hora aproximadamente.  Llegamos a las 10 de la noche y nos alojamos en el Hotel Ibis Casablanca, perteneciente a la conocida cadena internacional de hoteles Ibis.  Te recomiendo este hotel porque es moderno, limpio, ofrece un buen desayuno y sus tarifas son razonables.

Hotel Ibis, Casablanca – Marruecos.

Única Iglesia Católica de Casablanca, Marruecos.

Plaza principal de Casablanca.

Vendedor de agua ataviado en su típica vestimenta. Casablanca, Marruecos.

Casablanca, Marruecos.

Luego de dejar nuestro equipaje, inmediatamente salimos hacia el Boulevard de Casablanca.  En el camino pude ver muchos edificios y casas antiguas de estilo francés de los ’40, época de esplendor de esta ciudad.   A diferencia de Rabat, en donde los marroquíes respetan y cumplen las restricciones de su religión, en Casablanca uno se siente como en occidente, incluso las mujeres no lucen totalmente cubiertas, sino que usan  shorts, minifaldas y tops por el calor intenso y beben alcochol abiertamente.  El Boulevard es “el point” de la diversión, durante el día puedes disfrutar de las riquísimas playas y broncearte en las poltronas que hay por doquier  a disposición de los turistas.   Luego puedes saborear un rico   almuerzo en uno de los variados  restaurantes turísticos que están a orillas de la playa.  Estos restaurantes ofrecen comida marroqui e internacional, además por lo general están lindamente decorados.  En las últimas cuadras de este gran Boulevard se encuentra un shopping center muy “nice”, que cuenta con boutiques de los mejores diseñadores del mundo, restaurantes, un food court bastante variado, joyerías, cines y hasta un acuario.  Los precios de la ropa varían, dependiendo de lo que se te antoje y en qué boutique quieres comprar, ya que puedes encontrar en las tiendas la misma ropa que se vende en Europa; hay  oferta para todos los bolsillos.

Peculiar carruaje marroquí en exposición, Shopping Casablanca

Shopping Center de Casablanca.

Acuario en Shopping Center de Casablanca, Marruecos.

Por la noche, el Boulevard se convierte en un hormigeo de gente de toda nacionalidad y raza, la noche no termina nunca y fue muy difícil decidirnos dónde pasar la noche por la gran oferta de restaurantes, resto bars, piscinas para bañarse en la noche, hoteles y discotecas que están a lo largo de las cuadras y cuadras de este Boulevard.  Esta ciudad no duerme, sobre todo en los fines de semana porque recibe muchísimos turistas del interior del país y de todo el mundo.   Y, si eres de los románticos, puedes elegir uno de los restaurantes y bares que tienen linda vista al mar y gozar de un momento romántico a la luz de las velas o reservar una mesa en el famoso café “Rick’s Café de Casablanca”, ambientado y decorado al estilo de la famosa película, una experiencia inolvidable.

Famoso Rick’s Café de Casablanca, Marruecos.

Al día siguiente, nuestro gran propósito fue conocer la Mezquita de Hassan II que se ubica en el Boulevard Sidi Mohammed Ben Abdallan.  Este templo es el más alto del mundo y el segundo más grande (después de la mezquita de La Meca). Cuenta con las últimas tecnologías anticísmicas, techo que se abre automáticamente, suelo con calefacción y puertas eléctricas.  El exterior de la mezquita ocupa cerca de treinta mil metros cuadrados y puede albergar a unas 90.000 personas.

Impresionantes arcos modiscos, Mezquita de Casablanca.

Mezquita de Hassan II, Casablanca – Marruecos.

Explanada donde se reunen miles de fieles. Mezquita de Hassan II.

Esta Mezquita puede ser visitada por turistas de cualquier religión, sólo debes pagar tu entrada y no puedes usar zapatos en su interior, dejas tus zapatos en custodia antes de entrar.  Una vez dentro, puedes acoplarte al tour que desees de acuerdo con el idioma que requieras.

Desde ya el exterior de la Mezquita Hassan II es imponente, pero mucho más impresionante es su interior, en el que los marroquíes no han escatimado gasto para decorarla fastuosamente.  La Mezquita está toda revestida de marmol, con abundancia de decorados en bronce, vitrales, madera calada y mucho más, todos los detalles apuntan a darle majestuosidad a este templo  La inversión total de su construcción fue  de más de 500 mil millones de euros, como decimos los peruanos “una cachetada a la pobreza”.

Aquí estoy descalza, mirando a través de esta peculiar ventana en el piso que da a la sala de abluciones.

Una ablución es una purificación ritual de algunas partes del cuerpo antes de algunos actos de la religion islámica. En el Islam, el agua se utiliza para purificar al creyente durante abluciones anteriores a la oración, o Salat.  En la siguiente foto puedes ver las fuentes de marmol, las fastuosas lámparas de bronce, las columnas de marmol y azulejos y hasta los techos decorados con molduras.

Fuentes de agua para las abluciones.

Pileta para la ablución completa del cuerpo.

Hermoso lamparín de bronce calado. Mezquita de Hassan II, Casablanca.

Sé que Perú está bastante lejos de Marruecos pero creo que visitar Casablanca es un destino imperdible si viajas a Europa. Hay vuelos económicos como los de Ryan Air.  En un promedio de tres o cuatro horas puedes llegar a este exótico lugar desde Europa.

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Hasta el próximo post.

Patricia