Relojes del Abuelo o “Grandfather’s Clocks”

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En este Post veremos los orígenes del antiguo reloj de pie, ese objeto tan tradicional y bello que todavía subsiste en algunos hogares y que incluso sigue fabricándose en algunos países.

No se cuenta con el dato exacto de cuándo se hicieron los primeros relojes mecánicos. Lo que se sabe es que ya existían en el S. XIV en el norte de Italia. Por ese entonces los conventos usaban relojes movidos por pesas para controlar sus rutinas de rezos durante el día. La palabra inglesa “clock” tiene su origen en las voces antiguas alemana y holandesa klocke, que significa “campana” y que se deriva a su vez del francés cloche. Estos relojes sonaban en los conventos hasta en mitad de la noche para llamar a los distintos rituales religiosos.

Un poco más tarde, aparecieron relojes de pared y de mesa que sólo las familias adineradas de la época los tenían en casa. Estos relojes tenían una primitiva rueda de escape o balancín, cuyos movimientos no eran uniformes y exactos.

El matemático, físico y astrónomo holandés Christian Huygens (1629- 1695) inventó el reloj de péndulo en 1656. El balanceo del péndulo fue una solución genial para superar la frecuencia irregular de la rueda de escape. Luego Huygens patentó su creación y los fabricantes holandeses de relojes hicieron uso de su descubrimiento. Además el propio Huygens se encargó de llevar el reloj de péndulo a Francia.

En 1670 el inglés William Clement perfeccionó el reloj de péndulo que tenía un problema de inercia cada vez que se liberaba la rueda de escape. Clement lo solucionó con su invento “escape de áncora”.

Poco tiempo después, los ingleses introdujeron el reloj de pie y lo llamaron “Grandfather’s Clock” o Reloj del Abuelo, diseñado para protejer el mecanismo del péndulo. Al principio el péndulo era corto pero luego aparecieron modelos con el péndulo más largo que podían marcar los segundos.  El Reloj del Abuelo tenía una caja superior que se abría para dar cuerda al reloj y, a partir de 1710, la puerta la llevaban en la parte inferior.

Grandfather’s clock fabricado en Inglaterra en 1730 por SIMPSON OF WIGTON en madera ébano. El péndulo de este reloj ha quedado en el interior de la puerta inferior que cuenta con llave.

Parte superior del Grandfather’s clock fabricado en Inglaterra en 1730 por SIMPSON OF WIGTON. Puedes ver en la foto la talla de la madera, las columnas y molduras, así como un adorno de plata en la parte más alta.

Los relojes de pie franceses se hicieron más demandados en el mercado en 1730 por sus innovadores diseños que superaron a los modelos clásicos ingleses. Sin embargo, la producción de Relojes del Abuelo se extendió poco a poco por otros países del continente europeo y también llegó a Norteamérica. Estos relojes se fabricaron en diversas maderas como pino, ébano, caoba, roble o nogal, y la caja podía ser sencilla, marqueteada, tallada o con adornos de bronce o conche perla. Así, el Reloj del Abuelo creció en popularidad a través de los años, no sólo por su mayor precisión, sino porque se convirtió en un elemento útil y muy decorativo.

Grandfather’s Clock inglés de 1781. Puedes apreciar el gran trabajo de marquetería en madera caoba. La esfera del reloj es de bronce.

Grandfather’s Clock inglés de 1781. Puedes apreciar el gran trabajo de marquetería. Este reloj también tiene escondido el péndulo en su parte inferior.

Grandfather’s Clock fabricado en Dinamarca en 1820 por la Cía. Bornholm Clocks. La madera está pintada en color marfil con filos en pan de oro. La esfera del reloj es celeste. El péndulo de este reloj ha quedado escondido en la parte inferior del reloj pero tiene una puerta que se abre con llave.

Grandfather’s Clock fabricado en Dinamarca en 1820 por la Cía. Bornholm Clocks. La madera está pintada en color marfil y filos en pan de oro. La esfera del reloj es color celeste.

Grandfather’s Clock fabricado en Alemania en 1800 por SCHLENKER KIENZLE, madera roble.

Grandfather’s Clock fabricado en Alemania en 1800 por SCHLENKER KIENZLE, madera roble. La parte inferior tiene dos columnas de madera talladas estilo salomónicas y el pénduo está al descubierto (sin puertas ni vidrio como en otros modelos).

Granfather’s clock estilo catedral gótica fue fabricado en Norteamérica en 1890.

Granfather’s clock estilo catedral gótica fue fabricado en Norteamérica en 1890. La parte inferior tiene una puerta con vidrio y decoración en madera con estilo gótico. A través del vidrio se aprecia el péndulo del reloj.

Grandfather’s Clock fabricado en Dublin, Irlanda, en 1860 por Patrick Donegan, tiene cabecera redonda tallada y está hecho en madera caoba.

Grandfather’s Clock fabricado en Dublin, Irlanda, en 1860 por Patrick Donegan, tiene cabecera redonda.

Grandfather’s clock fabricado en Francia en 1840 por Morbier Wine Growers. Tanto el contorno de la esfera del reloj como el péndulo son de bronce labrado. Éste último se aprecia a través del vidrio de la parte inferior. La madera tiene marquetería en la parte inferior del reloj.

Grandfather’s clock fabricado en Francia en 1840 por Morbier Wine Growers. En esta foto se aprecia el trabajo de labrado en bronce y la marquetería de la madera.

Granfather’s Clock estilo barroco, fabricado en Norteamérica en 1890 por Ansonia. Tiene diversas aplicaciones de bronce. Incluso el péndulo es labrado en ese metal y está al descubierto.

Granfather’s Clock estilo barroco, fabricado en Norteamérica en 1890 por Ansonia. Tiene diversas aplicaciones de bronce

Grandfather’s Clock fabricado en Norteamérica en 1940 por Herschede. La caja tiene los cuatro lados con vidrio.

Grandfather’s Clock fabricado en Norteamérica en 1940 por Herschede. La cabecera es tallada y en forma de media luna. La esfera del reloj es de bronce.

Grandfather’s Clock fabricado en Inglaterra en 1830, madera roble. Puedes notar una pintura de la campina inglesa sobre la parte superior de la esfera del reloj y flores en las esquinas. Además tiene aplicaciones de bronce.

Grandfather’s Clock fabricado en Inglaterra en 1830, madera roble. Tiene una puerta inferior en cuyo interior se encuentra el péndulo.

Fuente: La Enciclopedia de las Antigüedades, autor Hidde Halbertsma, Ed. LIBSA, 2005.

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Patricia